Orgullos de ellos… de nuestros mayores.
Orgullosos de ellos por hacerse a las nuevas normas y restricciones, a los nuevos horarios y costumbres. Nueva normalidad a la que aún no terminamos de acostumbrarnos.
Orgullosos de ser los más respetuosos en cuanto a las nuevas medidas. Por aceptarnos como compañeros de este extraño viaje que nos ha tocado hacer. Siempre aceptando los cambios, disfrutando de la vida del centro y con una paciencia y actitud de la que todos debemos aprender.
A ellos, siempre gracias.