¡Ya lo echábamos de menos!
Esta vez hemos escogido visitar la Madroa, un lugar precioso lleno de tranquilidad y naturaleza.
Al son de Antonio Machín y Pimpinela hemos bailado y cantado, también hemos recordado momentos preciosos que nuestros residentes han vivido en este lugar.
Pecamos un poquito y antes de irnos nos tomamos un helado muy merecido.
Nos quedamos con ganas de repetir, y os aviso que lo haremos pronto.
¡Os dejo unas fotos que hablan por sí solas!
Gracias por leernos, ¡hasta la próxima!