Hoy os enseñamos uno de los ejercicios que realizan algunos de nuestros residentes usando materiales de colores. Consiste en llevar un pie u otro al color que se ordene, de manera precisa y sin tocar los demás colores.
Parece un ejercicio sencillo, pero se trabajan muchas cosas. Se trabaja la concentración, el esquema corporal, cálculo de distancias, diferenciación de colores, coordinación mano-pie y a su vez, se trabaja el cuerpo físicamente.
Para poder llevar un pie a un color, hay que tener equilibrio, coordinación, control del movimiento de la pierna, fuerza de agarre en las manos para mantener ese equilibrio y fuerza en los brazos, propiocepción del tobillo de apoyo… Por otro lado, también se trabajan músculos de cadera, rodilla y tobillo, no solo de la pierna que se mueve, sino también de la pierna de apoyo que nos da esa estabilidad para poder llegar al color que queremos.
Si se quisiera trabajar más fuerza, se podría progresar añadiendo diferentes pesos al pie que se mueve, o quitando un apoyo de las manos.
Es un ejercicio muy completo, que sirve a nuestros residentes para trabajar de una manera más entretenida. Y no solo es entretenido, si no que al tener que estar concentrado en un foco externo, se puede trabajar con menos dolor mejorando las capacidades físicas nuestros residentes.