Parecía que estábamos sumidos en un sueño interminable, que viajábamos en un tren sin rumbo fijo que se saltaba todas las paradas, que deambulábamos por un túnel sin salida, en el que no se podía dar un paso para delante sin tener miedo de dar un paso para atrás y donde no se podía deslumbrar la luz.
Desde hace más de un año la vida diaria de la residencia y la de nuestros queridos residentes, se vio truncada por el covid-19 , situación tan incierta y tan difícil para todos que parecía no tener fin; las restricciones impuestas por sanidad se hacían cada vez más cuesta arriba y aun sabiendo que todas ellas solo buscaban el mayor beneficio para nuestros residentes, no podíamos dejar de pensar en el tiempo que nuestros mayores llevaban sin ver a sus familias o sin poder salir a pasear por nuestro querido pueblo y todo eso llenaba de pena los corazones de todos y cada uno de los componentes del equipo de trabajadores de Domus Vi Valdeolivas. Pero como todas las cosas malas en la vida, se terminan, y sin darnos cuenta cesa la tormenta y vuelve a salir el sol, vemos la luz al final de ese túnel interminable y podemos volver a una relativa normalidad que creíamos perdida.
Este año hemos ido ganando pequeñas batallas al coronavirus ya que después de un tiempo, que nos pareció una eternidad, se retomaron con todas las medidas correspondientes, las visitas de los familiares, nos pusieron la tan ansiada vacuna, y por fin hoy, cosa que nos llena de alegría y satisfacción, hemos realizado la primera salida con nuestros residentes esperando que sea la primera de muchas y han podido disfrutar de un día de compras en el mercadillo. No hace falta decir que los residentes estaban esperando con muchas ganas esta salida y la han disfrutado “como niños”.
Desde la residencia Domus Vi Valdeolvas queremos agradecer a todos los trabajadores su intachable labor realizada durante la pandemia y también a todos los familiares por su increíble paciencia y por todas las muestras de cariño recibidas.
Solo nos queda decir que: ¡NO ESTÁ SIENDO FÁCIL, PERO LO ESTAMOS LOGRANDO!