Volver a lo antiguo y reconocer los objetos que se usaban, estimula la memoria y suscita emociones.
El molinillo de café, la plancha, las sartenes de patas, el pujavante, las piezas del arado, los pucheros, hoces, tenazas, tijeras de esquilar, entre otros….
Reavivan los recuerdos y estimulan el lenguaje posibilitando la comunicación y el dialogo.