Los juegos de cartas siempre han estado presentes en nuestros hogares, perdurando generación tras generación y entreteniendo a toda la familia al rededor de la mesa.
El hábito de jugar a las cartas por diversión, se convierte en una actividad terapéutica por los beneficios que aporta a las personas mayores.
Jugar a las cartas es una herramienta idónea para mejorar:
- Las habilidades comunicativas.
- Las capacidades cognitivas
- La percepción sensorial
- La concentración y la atención.
- La movilidad y la agilidad.
Toda actividad que haga sentirse funcional y bien con uno/a mismo/a, repercute positivamente en la autoestima y a su vez en la calidad de vida.