Mi experiencia en las prácticas, en la Residencia de Mayores DOMUSVI de Alcalá de Henares, ha sido excepcional, tanto por el grandísimo aprendizaje que he tenido como por el calor humano que me llevo.
Si tuviera que destacar una cualidad del centro, sería la enorme calidad humana que se respira por parte de todos los profesionales hacia los residentes (algo que me ha emocionado mucho cada día) y el buen ambiente que hay entre ellos. Igual de importante que la anterior, sería la gran profesionalidad del equipo de trabajadores del centro.
Con respecto al departamento de terapia ocupacional, que ha sido el departamento donde he realizado las prácticas, destacar la maravillosa y exquisita labor profesional que realizan, tanto Montse como Natalia. Cada detalle está cuidado con gran delicadeza, cada acción tiene un sentido último, el de conseguir la máxima independencia funcional de cada uno de los residentes y usuarios del centro de día, en sus actividades de la vida diaria (aseo, ducha, vestido, alimentación,…), buscando que, cada uno de ellos, logre sacar su mayor potencial, así como velar por la seguridad y el bienestar de los mismos. El mimo y el cuidado con el que realizan su trabajo cada día, y que transmiten con cada detalle, cada palabra, cada gesto, cada sonrisa,…, son dignos de admirar y muestran la grandeza humana que tienen y la pasión con la que viven su trabajo, implicándose al máximo en cada tarea que realizan. Al mismo tiempo, la seguridad que tienen a nivel profesional, avalada por su amplia experiencia, les permite poder mantenerse firmes y con gran claridad, en las situaciones en las que así se requiere, pudiendo sostener con éxito los momentos de dificultad.
Por otro lado, he tenido la suerte de poder ver en la práctica, las labores del terapeuta ocupacional en una residencia, aquellas que nos cuentan en la universidad y alguna más. No falta ni un solo rol de los que nos han contado a nivel teórico, de los que puede realizar un terapeuta ocupacional, desde la rehabilitación, hasta la supervisión de las actividades de la vida diaria en el entorno natural (habitaciones, comedores,…), pasando por la adaptación y modificación del entorno, la gestión y organización, la docencia, la valoración de la necesidad de ayudas técnicas para compensar funciones perdidas, …. Me considero una privilegiada por ello, ya que no en todas las residencias se desempeñan todos los roles. Me ha aportado un aprendizaje que llevaré conmigo toda la vida y que seguro pondré en práctica y me ayudará muchísimo en mi futura labor profesional como terapeuta ocupacional.
Es muy bonito ver el trabajo interdisciplinar que realizan con el resto de departamentos, trabajando muy estrechamente con fisioterapia, pero también con las auxiliares de enfermería, la coordinadora, supervisora, psicología, trabajo social…, y admirable la creatividad que en numerosas ocasiones sacan a relucir, para poder llegar a soluciones de problemas complejos que van surgiendo, así como la humildad y la pasión con la que realizan su trabajo.
Me he sentido muy acogida en todo momento. He tenido la gran suerte de que Montse, mi tutora de prácticas en el centro, ha sido especialmente didáctica y ha estado muy pendiente de que aprendiese lo máximo posible cada día (aunque ello significase el doble de trabajo para ella), así como de que me sintiese bien y acogida, no tengo palabras de agradecimiento y admiración hacia ella. Me ha hecho partícipe en todo momento de cada una de las actividades. Su carácter positivo, alegre, cariñoso, respetuoso, humilde, pasional, …, junto con su gran profesionalidad y experiencia, y su enorme calidad humana, han sido un regalo para mí. Ha sido una delicia y una oportunidad increíble poder estar a su lado, así como al de Natalia. Además he tenido la suerte de poder estar en contacto con el resto de departamentos, psicología, fisioterapia,…, e incluso de estar presente en algunas de las actividades que han realizado, así como en los talleres interdepartamentales. La experiencia ha sido de 10, me da mucha pena que se acaben las prácticas aquí.
Me llevo muchísimo aprendizaje profesional, pero sobre todo, muchísima calidad humana y muchísimo cariño tanto de los profesionales, como de los residentes y usuarios del centro de día. ¡¡¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!!!!!»
Rosana Ortín estudiante de prácticas de Terapia ocupacional.