La termoterapia es la aplicación de calor con fines terapéuticos. Existen diversas formas de aplicar este calor la mayoría de las veces lo que buscamos es un efecto analgésico.
Para que se considere como termoterapia, es necesario que la temperatura del elemento aplicado sea superior a la que fisiológicamente tiene el organismo.
El calor se aplicará entre 10-30 minutos. Hay que tener en cuenta su efecto vasodilatador y por tanto de disminución de la presión arterial, y aplicado en zonas cervicales durante mucho tiempo puede producir mareos. Por ello se deben realizar aplicaciones discontinuas, dejando un tiempo de reposo, para que la temperatura de la zona no se eleve en exceso, y no se produzcan efectos indeseables.
El estímulo de calor de larga duración tiene efecto sedante, ya que favorece la relajación muscular, evita el espasmo muscular, alivia la fatiga y ralentiza la conducción nerviosa de estímulos dolorosos.
Además ahora con el frío, es un elemento que usamos mucho en el gimnasio, proporcionando relajación y disminución del dolor de nuestros residentes.
