La psicomotricidad se va perdiendo con la edad al igual que se pierden otras facultades. Pero con ejercicios de psicomotricidad se puede ralentizar e incluso detener la pérdida de esta capacidad.
La psicomotricidad fina son movimientos voluntarios con las manos y dedos muy preciosos que requieren una mayor coordinación y que implican el movimiento y trabajo de pequeños grupos de músculos y huesos y nervios.
Existen varios ejercicios específicos de psicomotricidad fina en adultos mayores que se pueden diferenciar en grupos de ejercicios enfocados a mantener la psicomotricidad fina.
- Ejercicios de prensión: como por ejemplo ensartar bolas o cuentas de un cordón, enhebrar un hilo, rasgar papel, etc.
- Ejercicios de pinza: en este tipo de ejercicios se trabaja la psicomotricidad fina en los adultos mayores con ejercicios sencillos que consisten en usar sus manos a modo de pinza.
- Ejercicios de psicomotricidad fina en actividades del día a día: hay muchas cosas que hacemos con las manos en nuestra vida diaria. Atarnos los zapatos, lavarnos los dientes, abrochar botones, cerrar cremalleras o pequeñas acciones de cuidado personal como arreglar el pelo o afeitarse.