Algunos de nuestros mayores fueron afortunados y pudieron ir a la escuela, pero la mayoría de ellos, no tuvieron la oportunidad de poder hacerlo, de poder aprender a leer y a escribir. Para muchos, es la primera vez en coger un lápiz, o un pince. Pero como dice el dicho popular: «nunca es tarde si la dicha es buena».
Durante varias semanas, nuestros residentes, han estado preparando decoración enfocada en la primavera.
De esta manera, favorecemos la orientación temporal, compartiendo información acerca de la estación en la que nos encontramos actualmente.
En esta ocasión, hemos utilizado la pintura y el dibujo, como herramienta terapéutica, con la que obtenemos numerosos beneficios a nivel físico, cognitivo y emocional.
La elección de los colores, el visionado de las diferentes formas y/o paisajes nos enriquece y nos ayuda a ponerle imagen a la orientación, trabajando así también con ello la atención, la concentración, nos ayuda a relajarnos y a rebajar el nivel de estrés.
El manejo del lápiz, la pintura, el pincel o la brocha ayuda en la potenciación de la motricidad fina, la mejora de la destreza manual, la precisión, las diferentes pinzas digitales, coordinación óculo-manual…
De esta manera, cuando vemos que nuestros residentes realizan «un dibujo» o «colorean», debemos mirar más allá de lo que pueda parecer una simple tarea, debemos ver el conjunto.
Os dejamos estas imágenes, donde podéis ver a nuestros mayores disfrutando, mientras trabajan y colaboran en la decoración del centro.