En esta primera toma de contacto nuestros mayores han plantado sus primeras semillas con la ilusión de verlas crecer y poder trasplantarlas a las mesas de cultivo.
Una actividad que nos ha ayudado a crear responsabilidad y a mejorar nuestra autoestima. Además de fomentar la socialización, hemos revivido recuerdos y compartido anécdotas.
Que ganas de enseñaros el resultado!