En este artículo os queremos hablar de la sala de estimulación sensorial.
En casos de demencia severa o pérdida de capacidades sensoriales no es suficiente con los talleres de estimulación cognitiva tradicionales que llevamos a cabo, es por ello que contamos con estas salas para trabajar aquellas capacidades que permanecen activas independientemente del deterioro mental: los sentidos.
A través de ejercicios táctiles en que discriminan entre diferentes texturas, auditivos, a través de la música, visuales utilizando espejos e incluso gustativos y olfativos con olores, logramos estimular los diferentes sentidos y los recuerdos asociados a ella.
Todo ello con la autoexploración, en la que dejamos que sea el residente quien entre en la sala, descubra y participe en las actividades con una mínima supervisión y fomentar así su independencia.