La semana pasada estuvimos en la playa de La Concha disfrutando de un magnífico día en el que nuestros chicos y chicas se lo pasaron en grande.
Nada mas llegar y con los bañadores puestos nos metimos por turnos al agua, los que podían ellos solos y los que no con nuestra ayuda y en las barcas adaptadas. Toda una experiencia sensorial el contacto con el agua salada y las olas.
Posteriormente y para recuperar fuerzas comimos en un restaurante de la ciudad unos platos combinados con un refrescante helado, dimos un paseo y regresamos al centro.
Una fantástica mañana para repetir.