Son muchas las consecuencias que pueden sufrir los cuidadores de familiares dependientes, derivadas del desgaste tanto físico como anímico. Centrándonos en las consecuencias emocionales, que son las principales en este tipo de situaciones, algunas de ellas son:
- Estrés, por tener que volcarse en ese cuidado, abandonando otras responsabilidades y/o placeres.
- Inestabilidad emocional, derivada del dolor que se siente al ver a una persona querida en situación de dependencia.
- Sentimiento de culpa e impotencia, por no saber cómo cuidar a la persona, ya sea por no estar cualificado técnicamente o físicamente.
- Frustración, por no asimilar la situación ni ver una mejoría significativa.
Es por ello que tenemos que tener tan presente el cuidado y las necesidades de nuestros familiares como las de nosotros mismos.