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31 Oct 2022 | Noticias

Halloween o Día de todos los Santos…Opinen y reflexionen

Se acerca el día de los Santos, y tras la festividad de Todos los Santos, el 2 de noviembre siempre hemos celebrado aquí el Día de las Ánimas Benditas del Purgatorio (o de los muertos, o de los fieles difuntos, que de todas estas maneras se le conoce), no el “Halloween” ese de la calabaza. Era el día en que las ánimas tenían “permiso especial” de los cielos para visitar a los familiares aún vivos. Obligación era recordar a los recién muertos, lanzando suspiros, entre otras cosas para que los difuntos “creyeran” que por allí no había pasado la ingratitud del olvido.

La noche del 31 de Octubre se ha convertido ahora en una noche de calabazas, de falsas telarañas, de caras fantasmagóricas, de seres terroríficos, de multitudes que se divierten en pubs y discotecas disfrazadas de brujas, diablos, zombies con toda clase de vísceras colgantes y de macabros personajes de las más espeluznantes películas de terror.

Pero, tradicionalmente no ha sido siempre así. ¿Quien no recuerda esas lamparillas (o mariposas) que nuestras madres o abuelas encendían en memoria de nuestros seres queridos ya fallecidos y cuya llama flotaba sobre un plato de aceite. Dando a las casas un ambiente fantasmal? Era importante vigilar el aceite para que no se apagaran las “palomillas”, porque aquel olvido podría incomodar a los espíritus que, por lo visto, conservaban su antigua carga de mala leche. ¿Quién no recuerda esos buñuelos de viento o los huesitos de santos, que ocupan un lugar destacado en nuestras mesas por estas fechas, antes siempre caseros y ahora cada vez mas de pastelería o de supermercado?
¿Quién no se ha sentado alrededor de alguna persona mayor que solía ser familiar o del entorno, y desde luego con dotes dramáticas suficientes como para contarnos leyendas de aparecidos capaces de erizarnos todos los pelos del cuerpo? Eso si que daba miedo y no la calabaza.
¿Que niño no andaba pegado a los faldones de los mayores porque las sombras de la noche no dejaban de tener las formas fantasmales de enormes muertos con muy malas pulgas?
¿Quién no ha visto en teatro o en televisión año tras año la representación del Tenorio?

¿Quién no asaba en sus casas castañas porque llegaba el frío en braseros o al fuego de una lumbre?
¿Quién no ha acudido a nuestros cementerios con flores para adornar desde el más pomposo mausoleo hasta la más sencilla de las tumbas?

Así es como lo hemos vivido siempre aquí.

 

Y yo… desde DomusVi Condomina he querido llevar nuestra tradición como siempre..con una pequeña decoración otoñal, llena de calabazas, frutos secos, setas, erizos, hojas, frío, y una preciosa castañera que nos recuerde en la época que estamos…ahhhh bueno y nuestro concurso de calabazas hecho por los familiares este año, como novedad, que espero que las hayáis visto.

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