Algunos de nuestros residentes sacaron su lado más competitivo jugando a la petanca. No fue con las clásicas bolas metálicas, pero sí con sacos de colores que pertenecían a cada jugador. Estuvo muy reñido. Jugando varias rondas cada vez iban cogiendo más el truco y ¡cada ronda ganaba uno diferente!.
¡Qué forma de competir!