La Conciencia Postural es la capacidad que tenemos para percibir nuestro cuerpo y la relación entre las diferentes partes del mismo.
Nuestra postura es el resultado de la acción de diferentes músculos o, mejor dicho, cadenas musculares, y son el reflejo inconsciente de: los movimientos que realizamos el día a día, nuestra personalidad, nuestras emociones y sentimientos, nuestro momento vital, etc.
Sabemos que, para mejorar nuestra postura, no es suficiente con pensar «voy a ponerme recta».
De hecho, este cambio nos hará sentirnos incómodas y forzadas. Además, esta nueva postura sólo dura minutos, e incluso puede provocarnos tensión, dolor…y pronto volveremos a la postura inicial.
Conocer nuestra postura y hacerla consciente es el primer paso para liberar nuestro cuerpo de tensiones innecesarias y poder mejorar nuestra postura. De esa forma, se pueden prevenir muchas afecciones de la espalda; como dolores de espalda, contracturas o incluso hernias discales.
Por eso es tan importante trabajar la higiene postural con talleres como el que hemos realizado en nuestra residencia. Gracias a este taller, nuestrxs residentes han podido conocer la importancia de conservar una buena postura al realizar las actividades básicas de la vida diaria, y qué gestos cotidianos pueden hacer que tengamos una mala postura.
