Por fin el tiempo nos da tregua, así que aprovechamos para dar un paseíto por los alrededores del centro y llevar a cabo nuestro taller de estimulación cognitiva.
Una de las actividades realizada, fue el famoso juego del ahorcado, donde los residentes van diciendo letras hasta formar la palabra pensada, siendo éste uno de los juegos más solicitados.
¡Una mañana de sol y risas, a la vez que productiva!