En la vejez sin duda se generan cambios que se evidencian en una disfunción cognitiva, principalmente ejecutiva, la cual afecta la memoria operativa, flexibilidad cognitiva y atención dividida o selectiva.
Mantener una salud cognitiva significa preservar su memoria. La salud cognitiva representa mucho más que tener una buena memoria. También incluye la toma de decisiones, atención y la resolución de problemas. La función cognitiva siempre decae con el envejecimiento.
Los procesos cognitivos utilizan diferentes competencias para, por ejemplo, pensar, aprender, raciocinar, recordar y prestar atención. Ellas trabajan en conjunto y son esenciales para la realización de tareas, desde las más sencillas hasta las más complejas.
Por ello, es muy positivo trabajar y ejercitar el cerebro durante todos los días con diferentes actividades.