Nuestro jardín se ha convertido en un circuito lleno de obstáculos adaptados a las necesidades de cada residente, teniendo en cuenta si hace uso de silla de ruedas, andador o deambula sin necesidad de ayuda.
Una pista para trabajar equilibrio, coordinación, fuerza y marcha que les ha ayudado a ganar confianza en sus movimientos, pero sobre todo, alegría y emoción por superar dificultades.
Sin duda, una mañana muy productiva que nos dejó buenos momentos y bonitas fotos.