En muchas ocasiones las cosas cuotidianas del día a día son las necesarias para hacer que los residentes se sientan útiles, que sientan que aún pueden hacer cosas, que no sientan que los demás les anulamos o les queremos quitar la capacidad de poder realizar labores. Esas pequeñas tareas como son pintar, coser, recoger la mesa, poder plegar un mantel, etc., hacen que las personas mayores, le encuentren sentido a la vida y es muy necesario dar ese empujón a este colectivo tan olvidado. Es por eso, que desde Sa Riera, fomentamos la autonomía de nuestros residentes y les impulsamos a que vayan haciendo distintas cosas dentro de sus posibilidades, creando así momentos y anécdotas que recordar y fortaleciendo el vinculo afectivo tanto con el resto de compañeros, como con el personal del centro, porque de eso se trata, de ser una familia.
Un abrazo muy fuerte