Desde hace tiempo, en DomusVi Arandia hemos recibido por parte de nuestrxs residentes y de algunas familias quejas acerca de la comida. En las encuestas de satisfacción también es un punto donde no hemos salido muy reforzados. Hoy os queremos contar que esos malestares los hemos recogido y llevamos meses analizando y estudiando, en nuestro equipo y también con la empresa de restauración Gasca con la que trabajamos, cómo mejorar este servicio tan importante.
La comida es un eje principal de nuestras vidas, no sólo por que nos proporciona supervivencia y salud sino por que representa nuestros gustos, nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir y también de relacionarnos. El buen comer es uno de los indicadores de la felicidad; seguro que todxs tras una comida rica y si lo hacemos, además, en buena compañía nos sentimos plenos, felices.
Y cuando uno vive fuera de su casa, en un entorno institucional esta satisfacción se convierte también en un importante factor de salud, no sólo emocional sino también físico. Muchxs de nuestrxs residentes, debido a su salud, se ven obligados a comer diferente, a tener una dieta estricta donde además aquí no pueden elegir entre dos opciones. Por eso, debemos estar muy atentos a sus gustos dentro de sus posibilidades para adaptar y cambiar cada día dichas dietas. Otros muchxs, los más frágiles y vulnerables, tampoco nos pueden contar sus preferencias y es aquí donde también debemos prestar mucha atención a cómo comen puesto que, en estos casos, si no les gusta no comen y su salud puede verse afectada.
Como os contábamos al comienzo, llevamos meses analizando todo esto y tratando de organizar una metodología de trabajo seria y comprometida con el proyecto de vida de cada residente (la gastronomía forma parte importante de ese proyecto vital) y estamos introduciendo algunos cambios progresivamente.
Por un lado, como la base de todo esto tiene que ser el bienestar de cada uno, entendiéndolo como el aseguramiento de que las necesidades nutricionales queden cubiertas y las preferencias y satisfacción de cada residente también, hemos creído conveniente nombrar a una persona del equipo responsable de esa labor. Ana, nuestra trabajadora social, tendrá la responsabilidad de observar la satisfacción y buen comer de nuestrxs residentes, escuchando atentamente aquello que trasmitan y observando con los ojos muy abiertos la presentación de los platos, los menús y el buen hacer de nuestra cocina. Recogerá las opiniones de nuestrxs residentes más autónomos, aquellxs que pueden contarnos su visión con palabras y orquestará mecanismos diarios de observación y escucha para llegar a conocer la verdadera satisfacción de nuestrxs residentes más frágiles, aquellxs que no nos lo pueden contar y a los que, por esta misma razón, debemos esforzarnos más por conocer lo que les gusta, contando además que son los residentes que por su dieta especial (hipocalórica, turmix, diabética) no tienen posibilidad de elegir con el riesgo de caer en la monotonía de platos y el aburrimiento por parte de estos y la consecuente, falta de apetito.
Con todo esta información que Ana recogerá diariamente de todas nuestras plantas, se trabajará en equipo y también a diario con nuestro servicio de cocina, para modificar, alterar y pensar continuamente nuevas posibilidades gastronómicas.
Por otro lado, el segundo cambio importante que hemos introducido desde hoy mismo es el cambio de menús. Se han modificado por completo con el trabajo de la nutricionista de la empresa de cocina Gasca y hemos establecido las dietas especiales. Los menús los tenéis colgados ya en el blog y durante esta semana aparecerán en el corcho informativo. Como veréis, por un lado están las dietas basales con las dos opciones de menús, después las dietas especiales y por último las dietas turmix. Cada 5 semanas iremos actualizando dichos menús. Es un menú pensado para la temporada otoño- invierno pero no significa que sea un menú inamovible, estanco. Pretendemos que sea todo lo contrario; un menú en constante construcción para llegar a la satisfacción de todxs y para eso, os necesitamos. Os animamos a que le hagáis llegar a Ana vuestras opiniones y sugerencias y por supuesto, todo aquello que vuestros familiares os cuenten con respecto a la comida y que igual a nosotrxs no nos han contado.
La pasada semana, Ana ya se reunió con nuestrxs residentes más autónomos para contarles y compartir este cambio de menú y para empoderarles en su opinión haciéndoles sabedores de a quien tienen que referirse para tratar cualquier cuestión relacionada con su “buen comer”.
Como veis, aunque hay mucho trabajo por hacer, nos tomamos muy en serio, por que creemos firmemente en él, este nuevo modelo de cuidados de larga duración donde la salud es fundamental pero tanto como la percepción subjetiva de satisfacción de cada uno de nuestros residentes; lo que llamaríamos su felicidad.