Hoy, en nuestra visita semanal al mercadillo de Guaro, nuestros residentes se llevaron una grata sorpresa. ¡El puesto de los churros ha vuelto! Tras un verano caluroso, ahora, con la llegada de temperaturas más bajas y algunas lluvias nos apetecen unos churros con una bebida caliente, y nuestros residentes no se lo pensaron dos veces. La mayoría pidió tejeringos, como los llamaban en su juventud, y explicaron las diferentes formas con las que se lo tomaban: con azúcar, con chocolate caliente, con café o solos.