Formación en el Nuevo Modelo de Cuidados de Larga Duración: unidades convivenciales
Ayer, asistimos de nuevo a una formación a cargo de la Diputación Foral de Bizkaia, sobre el nuevo modelo de residencias por el que están apostando las instituciones de todo el país. Ayer fue una clase diferente donde nos explicaron una de las bases fundamentales del modelo: qué son y cómo debemos trasformar el centro para crear unidades convivenciales. Marijo Moreno, arquitecta experta en diseñar y asesorar en esta nueva manera de construir los centros, nos contó que el nuevo modelo implica cambios estructurales en nuestras instalaciones, dirigidos a crear espacios más pequeños donde las personas convivan en su día a día con un máximo de 25 personas que es lo que establecen las nuevas leyes. El cambio no sólo trasciende a esta cuestión sino que esos espacios deben estar perfectamente diseñados con el objetivo final de crear un hogar para todos los residentes donde puedan con apoyos sentirse pertenecientes y pelear con autonomía por su propio proyecto vital, el de cada uno. Hablamos de espacios, de introducir elementos como pequeñas cocinas que ellos mismos puedan usar, de la iluminación, de la decoración. Y también hablamos de la importancia de tomar buenas decisiones a la hora de proponer los grupos de convivencia, atendiendo mucho a las relaciones, afinidades, preferencias fomentando espacios de compartir y de ayuda mutua, quizás la parte más complicada puesto que aquí la mirada también debe cambiar y debemos apostar por grupos que, salvo excepciones, no sean cambiantes en el tiempo.
Fue una formación muy diferente que nos generó, además de mucha ilusión, muchas dudas ya que implica cambios, como la realización de obras, que también deberemos organizar en su día muy bien para reducir el impacto en la vida de todos mientras se realizan. Pero no os asustéis, este cambio quizás el más estructural e invasivo del modelo está todavía en vías de definir y la idea de las instituciones es ir poco a poco, creando en el centro estas unidades de una en una. Pero está genial que nosotrxs vayamos pensando cómo pueden ser y junto con el resto de formaciones, lo que si podemos y debemos hacer es ir modificando nuestra mirada, hábitos y maneras de trabajar para que cuando llegue este cambio arquitectónico creemos verdaderas unidades convivenciales, espacios de seguirdad emocional pensados para que desarrollen su vida de la mejor manera posible, y no sólo espacios mas pequeños donde seguir haciendo las cosas igual.
Con estos post pretendemos ir informando a las familias de los cambios venideros haciéndoos partícipes del cambio de mirada imprescindible y con el objeto de que conozcáis de primera mano el rumbo institucional que están tomando los cuidados, pero a medida que hagamos cambios notables y vayamos introduciendo nuevas metodologías os informaremos y formaremos en estas cuestiones. De momento, que no es poco, vamos inoculando en nuestro equipo las nuevas gafas que deben ser ya parte de nuestro uniforme de trabajo y modificando cosas; por ejemplo, ya estamos realizando muchos planes de decisiones anticipadas en final de vida junto con las familias de aquellos residentes más vulnerables para marcar juntos y en consenso absoluto cómo deben ser esos cuidados conforme a la identidad de nuestros residentes. Entre todos y con todos estamos construyendo un nuevo hogar donde estamos residentes, familias y trabajadores comprometidos con el verdadero sentido del cuidado; el cuidado desde la propia persona y no desde el sistema que lo rodea.
Todos los menús de DomusVi son confeccionados por un equipo de nutricionistas con el objetivo de proporcionar a nuestros residentes una alimentación saludable y adaptada a los gustos locales con productos de proximidad.
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