En estos diez últimos meses, todos lxs profesionales nos hemos tenido que ir adaptando a las circunstancias y a los protocolos que se han ido estableciendo en cada nueva situación.
Nuestro servicio de rehabilitación consideró desde el primer momento que la prioridad era mantener la actividad física de nuestros residentes por todos los beneficios que tiene.
Para conseguir nuestro objetivo tuvimos que dejar atrás nuestros trabajos grupales en el gimnasio y la reconvertimos en la actividad: compañeros de paseos. Desde entonces, hemos mantenido nuestra rutina diaria de marchas asistidas allí donde la situación nos lo permitía como por los pasillos, salones, espacios exteriores… Todo esto, sin dejar de lado los tratamientos individualizados en aquellos residentes que por su situación lo requieren. Cada momento que pasamos juntxs aprovechamos para llegar a ellos con nuestro apoyo y cariño a través de nuestras palabras y miradas.
Pequeñas dosis diarias que hacen grande nuestro trabajo con ellos.