Ayer, se celebró el Día de Libro y esta mañana, en DomusVi Arandia, hemos querido dedicar nuestro tiempo de actividades terapéuticas a la literatura, adaptándonos en cada planta a las posibilidades y gustos de nuestrxs residentes.
En la tercera planta y al mediodía, en el Centro de Día, nos hemos dedicado a disfrutar de la belleza de escuchar un libro. De fondo, para ayudarnos a concentrarnos, aislarnos de los ruidos habituales y meternos de lleno en nuestra historia ha estado la música de Fréderic Chopin. Una de nuestras psicólogas, Soraya, nos ha leído un maravilloso cuento llamado “En donde está el amor” de León Tolsói, que habla de encontrar esperanza, trata temas como la espiritualidad, la solidaridad, el compartir con los demás…. Hoy la actividad trataba de dejarse llevar, de como sólo el poder de los libros puede hacer que nuestra mente vuele hasta pueblos y épocas lejanas conociendo a personajes genuinos. Y así ha sido; nuestrxs residentes y usuarixs del centro de día han mantenido su atención durante 40 minutos sin perder hilo de esta bonita y reflexiva historia. Como decía Neil Gaiman, “ un libro es un sueño que usted tiene en las manos” y hoy el poder compartir juntxs la lectura de una obra pequeña pero grande como ésta ha sido un maravilloso sueño de una mañana de abril.
Hemos continuado con nuestro ensueño literario en la segunda planta, con la proyección de frases de algunos de los libros más relevantes de nuestra historia como Ana Kareninna, El diario de Ana Frank, La compañía blanca, Los miserables, El reino de la posibilidad, El animal moribundo y algunos más. Nuestrxs residentes, cada uno de ellxs han leído cada frase y juntxs hemos hablado de su significado, trabajando así el pensamiento abstracto y el razonamiento. También nos han hablado de lecturas que recordaban como el mítico Cid Campeador y Dolores nos ha sorprendido al final de la actividad con una frase en palabras suyas de la química Ana María Lajusticia que decía “el amor siempre estará vivo como el primer día”.
Para terminar nuestra mañana de cuento, en primera planta hemos querido disfrutar de los libros pero de una manera más sensorial, desde los sentidos. Quién no ha ido a una librería y ha acariciado la portada de un libro u olido su aroma. Cada libro nos evoca sensaciones distintas, desde la vista con los colores de sus portadas, el olor diferente del papel que se haya usado para hacerlo, las grietas en su lomo cuando ha pasado por muchas manos, su peso … Pues hoy con nuestrxs residentes de la primera planta la actividad ha consistido en eso precisamente, en sentir los libros. Los hemos mirado, tocado, acariciado, acercado a nuestra nariz y comparado unos con otrxs. Ha sido bonito ver, como con suma delicadeza nuestrxs residentes que, aunque muchos ya no recuerdan como leer las palabras de esos libros, disfrutaban teniéndolos entre las manos. Helen Keller decía “huele el aroma de los libros, saborea cada hoja, como si mañana no pudieras volver a leer”.