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14 Ene 2020 | Noticias

La disfagia es muy habitual en personas que padecen enfermedades neurodegenerativas

La disfagia es un trastorno del aparato digestivo, concretamente del proceso de deglución, caracterizado por la dificultad de tragar alimentos, sean estos sólidos o líquidos. Esta alteración puede aparecer a cualquier edad, aunque tiene especial incidencia en las personas mayores. La más habitual es la disfagia orofaríngea, aquella que se origina en la zona de la boca y la faringe, y supone un riesgo importante de malnutrición y deshidratación. Además, puede desembocar en el desarrollo de enfermedades, como la neumonía por aspiración, una infección pulmonar causada por la inhalación de secreciones de la boca, el contenido del estómago, o ambas cosas.

Se trata de un tipo de problema muy frecuente en personas que sufren enfermedades neurodegenerativas. Esto se debe a que en el acto de tragar participan unos 50 músculos y alrededor de diez nervios, que son las partes del organismo más afectadas por este tipo de patologías. Otro factor que influye en el desarrollo de la disfagia es el tratamiento con determinados fármacos, como los psicofármacos o aquellos suministrados durante procesos de quimioterapia.

Una de las cuestiones a las que se debe prestar especial atención al hablar de disfagia, es la necesidad de un diagnóstico precoz. Aunque los síntomas pueden variar de una persona a otra, mantener los alimentos en la boca durante mucho tiempo, tener restos de comida en la boca cuando se acaba de comer, toser o carraspear al tragar, atragantarse con frecuencia, derramar comida o saliva por la boca y por la nariz, tener la sensación de que se ha formado un nudo en la garganta, las alteraciones de la voz, o la pérdida de peso, son algunos de los más frecuentes y que pueden llevar a pensar que una persona mayor padece este trastorno.

Si bien las precauciones que se deben tomar deben definirse de manera individualizada. Pero sí que se recomiendan ciertos factores a evitar, como las dobles texturas en un plato, los alimentos fibrosos o que se peguen al paladar, las frutas que al ser mordidas suelten líquido, los alimentos que puedan dejar restos en la boca al morder y aquellos líquidos que no tengan una textura gelificada, además, se debe adaptar la dieta a las necesidades de la persona.

Según nuestros profesionales de servicios sociosanitarios de DomusVi, “el momento placentero de la comida deja de serlo para pasar a ser un momento tenso e interminablemente largo para las personas que padecen disfagia”. Por ello, “muchos dejan de comer, de deleitarse de sus comidas preferidas, e incluso de disfrutar del acto social del comer al dejar de asistir a las comidas con otras personas”.

Fuente: http://www.entremayores.es/spa/actualidad_sanitaria.asp?var2=Noticias&var3=La%20disfagia%20es%20muy%20habitual%20en%20personas%20que%20padecen%20enfermedades%20neurodegenerativas&nar1=7&nar2=47&nar3=41468&nar5=1

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