En el post de esta semana vamos a hablar de otra de las ayudas técnicas que usan las personas mayores, debido a muchos factores que reducen la movilidad articular, ya sea por intervenciones quirúrgicas, debilidad muscular, enfermedades neurológicas, etc.
El bastón
El bastón es una de las herramientas técnicas más utilizadas para ayudar a caminar. Permite apoyar parte del peso del cuerpo, lo que da seguridad y facilita que la persona mayor camine de manera más autónoma.
El bastón también se usa cuando se quiere descargar el trabajo que realiza una articulación dañada o dolorida. En este caso y, a menos que se indique otra cosa, hay que llevar el bastón en el lado contrario de la pierna afectada. Las características de un buen bastón son:
- Una empuñadura lo suficientemente ancha para que ayude a repartir la presión que recibe la mano.
- Una empuñadura lo suficientemente gruesa para que se pueda coger con comodidad, sin forzar la mano.
- Un taco de goma para garantizar una buena estabilidad y seguridad al apoyar el bastón en el suelo.
Las muletas
Normalmente, el uso de las muletas se indica después de la lesión de una pierna, si se necesita un poco de ayuda en el equilibrio, o si la persona siente que tiene una pierna más débil o dolorida que la otra. Se recomienda:
- Al igual que en el caso del bastón y el andador, la empuñadura de la muleta debe estar regulada a la altura del trocánter mayor del fémur.
- La parte que cubre el antebrazo debe estar situada dos o tres dedos por debajo del codo.
- Si se usa una muleta, a menos que se indique otra cosa, se debe colocar en el brazo contrario de la pierna lesionada. De esta manera se favorecen los movimientos que el cuerpo hace de manera natural y automática. Cuando se anda, los brazos se mueven involuntariamente adelantándose cada vez que lo hace la pierna contraria. Si se pusiera la muleta en el mismo lado que la pierna lesionada sería más difícil hacer uso de ella.
- Si se quiere normalizar el modo de andar y ayudar a disminuir el peso cargado en las piernas, se usarán dos muletas. En este caso, los dos pies se irán alternando para andar, es decir, se deberá hacer de la manera más normal y similar a la manera natural de andar.
Fisioterapeuta Elisabet Cruz Varela