Allá por el mes de mayo,
hacia la puesta de sol,
iré en busca de mi amada,
a requerirle su amor.
Junto al río de montaña,
donde refresca el calor,
se abrazarán nuestros cuerpos,
para excitar la pasión.
Y sobre flores y pastos,
mientras se duerme el color,
yaceremos muy juntitos
embriagando el corazón.
Las dulces tardes de mayo,
las sembraremos tú y yo.