El 20 de noviembre es un día especial en el que se reconocen los derechos de los niños y niñas.
En esta ocasión, los residentes de DomusVi Remedios nos contaron los recuerdos que tienen de su niñez, cuál fue uno de los días más felices que recuerdan, a qué jugaban, cómo fue el día de su primera comunión, quién iba al colegio, cómo eran los colegios, y lo pronto que comenzaban a trabajar. Sin duda alguna fue una mañana muy emotiva recordando esa parte de su vida. Y nosotras encantadas de escucharlos y aprender de ellos como siempre.
A continuación os dejamos algunas de sus vivencias:
“Teníamos muñecas de cartón piedra que las mojábamos y nos quedábamos sin ella”.
“Estábamos todo el verano por el filo de la vía porque los cabreros llevaban las cabras sueltas por allí y entraban a comerse lo que mi padre tenían sembrado en el huerto. Nos hizo una choza y allí teníamos que dormir”.
“Mi infancia la asocio a los trenes, porque mi padre fue ferroviario y no nos faltó de nada. Hice la comunión vestida de blanco. Teníamos gallinas, cochinos, cabras…nosotros no hemos pasado hambre””
“Recuerdo mi infancia andando kilómetros y kilómetros para ir a trabajar todo el día, arrancar forraje, cogiendo algodón, con el almocafre”
“Yo estaba en el colegio de las monjas, y con cuatro años fue la primera vez que me subí en una bicicleta que no era mía, era de un amigo y para mí fue un momento muy bonito, porque mi sueño era montar en bicicleta”
“Cuando estaba en el colegio y había que hacer cosas en el campo, faltábamos al colegio. Por tanto, cuando llegaba al colegio era la última en todo, y me decían tienes que estudiar esto y esto, y me lo estudiaba muy rápido y me volvían a poner otra vez de las primeras. Faltaba mucho al colegio por ese motivo”
“Con 14 años ganaba 6 pesetas por ir a coser, pero daban el desayuno, almuerzo y merienda”