No sé si os acordareis de la historia de Monte Y Jara, dos perritos que llamaron a las puertas de DomusVi Monte Jara en una de las peores noches de invierno. Llenos de sentimientos fuimos capaces de Juntar el cielo con la tierra para obtener los permisos necesarios para que Monte y Jara formaran parte de esta gran familia, parte del equipo de terapia. Fue una realidad, durante todo este tiempo hemos podido constatar los beneficios que han reportado a nuestros residentes.
Pues bien, el destino quiso que Monte cruzara el arcoíris y por más cariño y atención que se le daba a Jara, su tristeza la invadía….Dejo de jugar con los residentes. Este fue uno de los motivos por el cual, con todo el dolor de nuestro corazón, decidiéramos buscarle una familia, familia que para ella no era un rostro desconocido…
Desde esta gran familia que formamos trabajadores y residentes del centro DomusVi Monte Jara, Mil GRACIAS TERE, limpiadora del centro, por quererla, cuidarla y sobre todo por no faltar a tu palabra “ Os la traeré de visitas y pasara el dia con vosotros».


