Muchas veces las plantas interiores sobreviven incluso en condiciones adversas y se sostienen en pie a pesar de tener el tallo frágil o las hojas pequeñas. Pero, si preferimos que nuestra planta esté fuerte y frondosa, debemos proporcionarles las mejores condiciones para que crezca y aprender cuales son sus cuidados básicos.
Este aprendizaje de la mano del cuento «El jardín de Violeta» de Alicia González Ramírez, nos ha ayudado a gestionar las emociones y a no olvidar el auto cuidado, es decir, saber lo que necesitamos en cada momento, respetarlo y llevarlo a cabo con ilusión, firmeza y mucho amor. Un taller de emociones, donde nuestro mayores han identificado su propia planta interior , definiendo sus cualidades y plasmándolo en un hermoso dibujo.
¡Y tú que nos lees, conviértete en jardinero o jardinera, y cuida tu planta interior!