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TAD Ourense 4 Feb 2022 | Noticias

Día Mundial Contra el Cáncer

Hoy, Día Mundial Contra el Cáncer, no podíamos dejar pasar la oportunidad de compartir con todos vosotros la historia de Ermelinda Campos.

Ermelinda, es usuaria del Servicio de Teleasistencia de la Diputación de Ourense. Actualmente reside en Laza, pero previamente pasó 45 años de su vida ejerciendo como maestra en Barcelona.

Al hablar con ella, podemos asegurar que la palabra resiliencia, entendida como la capacidad para adaptarse a situaciones adversas con resultados positivos, es uno de los aspectos más destacables.

Ermelinda nos cuenta que el cáncer “no le cogió demasiado de sorpresa”. Un día, en el año 2000, se encontró un bulto cerca de la oreja y aprovechando que acompañaba a su marido al médico, se lo enseñó, pero inicialmente le contestó “que debía ser una ganglio inflamado”. Como no se quedó tranquila, pidió cita con su médico de cabecera, que le tramitó pruebas, porque consideraba que ni él ni ningún profesional podían asegurar que se tratase de ese diagnóstico. Finalmente, le detectaron un Linfoma de Hodgkin. Desde ese momento todo fue muy rápido, en quince días ya estaba operada y en su casa.

Tuvieron que extirparle la glándula parótida y le explicaron que habían encontrado 200 linfomas pequeños, por lo que si hubiese acudido más tarde a consultarlo, se habría extendido muchísimo más. Recalca, a lo largo de toda la entrevista lo maravilloso que fue todo el personal médico. Recibió mucha quimioterapia y radiología, en dos hospitales diferentes, y se sintió muy apoyada.

Nos explica que este tipo de cáncer tiene algo positivo y algo negativo. Lo bueno es que se iba a curar, pero lo negativo era que muy probablemente volviese a reproducirse.

En el año 2006, cuando ya vivía en Galicia, volvió a encontrarse un bulto. Acudió a su seguro privado, y la derivaron a la Sanidad Pública. Una vez más, agradece enormemente la profesionalidad y el trato recibido. En esta ocasión, todo fue mucho más rápido. Y, a día de hoy, lleva desde entonces completamente curada.

Ermelinda aclara que el tratamiento es agresivo y tiene algunas secuelas, como el dolor de piernas.

Una de las preguntas que nos hacía especial ilusión hacerle, era si le había sorprendido algo de sí misma. Nos respondió “El cómo lo supe llevar, lo llevé bastante bien. El médico me recomendó que con buen ánimo todo iba a salir mucho mejor”. Nos cuenta una anécdota que recuerda con humor y es que al salir de la consulta, su marido estaba bastante decaído y el médico le dijo en una ocasión “recuerda que la enferma es ella, ¡no tú!”.

Cuando le cuestionamos si había llevado a cabo algo que llevase tiempo sin hacer, nos dijo que no. Pero destaca que siempre realizó muchas manualidades: “me salvó mucho el bordado, ganchillo, bolillos, y, sobre todo, la pintura. Siempre pinté muchísimo, hice varias exposiciones  e incluso estuve dando clase en la Asociación de Mujeres Rurales y eso la distrajo muchísimo”.

A día de hoy, con 82 años, sigue pintando a diario. Es uno de los aprendizajes que le proporcionó esta situación. Ve la vida de otra manera, valora que lo que realmente importa es el presente, y no pensar en lo que vendrá.

Para finalizar la entrevista, le preguntamos si hay algún consejo que pueda transmitir a personas que puedan estar pasando una situación similar “El consejo que puedo dar es que tengan muy buen ánimo y que se alimenten muy bien a pesar de que no apetezca, porque hace el proceso más sencillo”.

Queremos darle las gracias a Ermelinda nuevamente, por su tiempo y por compartir su experiencia con todos nosotros. Aprovechamos para enviar muchísimo ánimo a todas las personas o familiares que se encuentren en una situación similar a la de Ermelinda y queremos transmitir un mensaje de esperanza ¡Sí se puede!

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