Todas las semanas realizamos alguna salida con nuestros estimados residentes, son motivo de ilusión y motivación, además de cumplir una función terapéutica y de aportarles enormes beneficios físicos, psicológicos y sociales.
Las personas mayores que participan en tales salidas logran romper la rutina y activar el cerebro, ¿de qué forma? abandonando la monotonía, rompiendo con la rutina, por medio de actividades que normalmente se realizan fuera de la residencia, a través de la interacción con su entorno rural y social más inmediato.
La rutina es buena para nuestro organismo, nos aporta comodidad, seguridad y nos ayuda a organizar el tiempo, entre otras cosas, pero viene bien romperla de vez en cuando, pues aporta nuevas experiencias y ayuda a mantener el cerebro activo, generando nuevas conexiones neuronales.
Estas salidas se preparan durante los días previos, lo que redunda en ilusión, motivación y mucha preparación.
Los beneficios que se obtienen tienen lugar a 3 niveles:
- Estado de ánimo y aumento de las relaciones sociales: debido al contacto con el medio y con otras personas ajenas a la residencia.
- Orientación espacio-temporal y orientación a la realidad: informamos en todo momento acerca del espacio, tiempo y persona a través de la comunicación de: fecha, hora, lugar hacia dónde vamos, ruta para saber cómo llegaremos hasta allí, tomando contacto con la realidad que nos rodea en todo momento.
Al final de la salida recordamos los momentos más importantes acontecidos, fortaleciendo lazos con nuestro entorno, con las personas con las que nos hemos relacionado durante la misma y entre los propios residentes para reforzar la memoria individual y colectiva.
¡Ya estamos planificando la siguiente excursión con mucha alegría, ilusión y más ganas!