Hoy os enseñamos el trabajo que realizamos con muchos de nuestros residentes: subida y bajada de escaleras.
Aunque hoy en día la mayoría de los sitios están adaptados para personas con movilidad reducida, aún quedan muchos lugares donde hay algún escalón, en el mejor de los casos, o unas escaleras un poco más largas que deben superar. Trabajamos la musculatura de las piernas para que nuestros residentes puedan subir escaleras, aunque sea con apoyo o con ayuda, y no les limite a realizar ciertas actividades, trabajamos el equilibrio y entrenamos en las escaleras que tenemos en el gimnasio.
Por otro lado, también es importante, no solo para unas escaleras como tal, sino poder ser capaces de flexionar la rodilla y la cadera y quedarnos en apoyo de una sola pierna, lo cual se realiza en muchas actividades en las que no nos damos cuenta, como pueden ser esquivar un peldaño levantado, un chicle en el suelo de la calle, subir el bordillo… son alturas más pequeñas que un escalón, pero también precisan del mismo movimiento.
