2 – Visitar museos

Ir a un museo siempre es interesante, más cuando nos acompaña un guía y nos aporta datos curiosos de las diferentes obras. Ahora podemos aprovechar y, desde la comodidad de nuestra butaca/sofá, curtirnos de conocimiento. Conocer la historia de otros lugares, o del nuestro, leer un poco más al respecto ¡Nunca es tarde para aprender cosas nuevas! la semana pasada visitamos el Museo del Prado de Madrid para celebrar el día del museo.

3 – Visitar ciudades/pueblos en los que hayamos estado

Si algo tenemos en el Centro Residencial es tiempo. Tiempo para hablar, para compartir experiencias, vivencias… Así que, qué mejor que volver a algún lugar ya conocido, volver a pasear por sus calles y compartir nuestros recuerdos con quienes tenemos cerca. Una buena sesión de reminiscencia, recordar de dónde venimos y qué cosas solíamos a hacer, que igual nos da alguna pista sobre qué hacer estas semanas. A los residentes les hace mucha ilusión compartir de donde proceden y si conocen su ciudad o pueblo.

4 Pasatiempos

Con las gafas de realidad virtual se pueden realizar varios pasatiempos como un puzzle, apuntar a explotar globos, buscar diferencias e identificar objetos

5 – Paseo por la naturaleza

 La realidad virtual no puede llevarte el aire puro de la montaña a tu casa, pero sí la imagen, el sonido y darte prácticamente la sensación de encontrarte ahí. Y, por suerte, los contenidos de naturaleza los tenemos a raudales. Así que, para esos días en los que parece que la casa es cada vez más pequeña, unas sesiones de naturaleza y música relajante. Lo utilizamos para sesiones de relajación