La noche de San Juan está considerada la noche más mágica del año, donde celebramos la llegada del verano, y con ella la quema de los famosos Juanillos.
Para ello, no quisimos ser menos que el resto de gaditanos, y creamos nuestra propia hoguera, donde poder “quemar” de manera simbólica los malos rollos y nuestros mayores deseos, ya que el fuego purifica y quema lo viejo y lo malo, con el fin de dejar espacio a nuevas oportunidades. Cada residente introdujo en la hoguera aquellas cosas malas que le gustaría que desaparecieran, así como las cosas buenas que les gustaría que sucedieran.
Una tarde llena de ilusiones y recuerdos, donde echamos unas risas con algunos de los deseos escritos.
«Los deseos son los primeros pasos para que empiece la magia»