Como bien sabemos, ayer celebramos el día de los abuelos y las abuelas.
Desde DomusVi Magán queríamos felicitarles a todos, por su bondad y la felicidad que nos trasmiten.
Se lo queremos agradecer todo con un poema de Gervasio Melgar que dice así:
¿¡Qué hermosas son tus manos, abuelito!?
¡Qué hermosas son tus manos con arrugas! Son manos que me cuentan una historia de sudores y penas y dulzuras.
Han trabajado mucho y han sufrido. Saben de la alegría y de la angustia. Supieron dar el pan, plantar el árbol, cultivar el rosal, dar la ternura.
Algún día lejano -dulce día- tendré abuelo, las manos con arrugas.
Y la gente dirá: ¡Qué hermosas manos! ¡Cómo saben de glorias y de luchas!
Y un nietecito mío, puro, alegre
De alma empolvada con blancor de luna,
abuelo, me dirá -también mis manos
Serán alguna vez, como las tuyas-.
Muchas gracias a todos.