Muchas familias que se acercan a Regina, nos preguntan que han oído hablar de las llamadas estancias temporales. En la actualidad este recurso se ha convertido en un elemento clave que aporta beneficios, no sólo para los residentes sino también para sus cuidadores, y de ahí, un incremento en la demanda de solicitudes.
Se persigue el proporcionar descanso y desconexión a las personas cuidadoras que al adquirir un alto compromiso de cuidado hacia sus seres queridos, pueden sufrir un desgaste físico y emocional, diario, que acaba por acumularse y pasa muchas veces una factura física y emocional.
Ello sucede porque se responsabilizan, en su totalidad, de la vida del enfermo, a nivel de cuidados, alimentación, higiene o incluso de su medicación y asimismo, se traduce en que vaya perdiendo su independencia porque realmente el familiar, enfermo, cada día le absorbe más.
A ello, se le añade que acabe no prestando atención a si mismo, y abandona ese tiempo libre del que disponía para su propio ocio, deja sus aficiones o incluso no dedica tiempo a sus propias amistades.
Para intentar endulzar esta problemática recomendamos esta estancia temporal que permitirá minimizar y aliviar esta ansiedad, ante situaciones complicadas y paliar incluso, ciertas tensiones que se producen cuando hay un cuidado continuo.
Nuestra psicóloga Laura López recomienda a los cuidadores descansar y recomponer fuerzas, ya que el desgaste que provoca el cuidar a una persona con dependencia, que además tiene vínculo emocional con nosotros, es alto y afecta sin duda a la salud psíquica.
A todos los familiares que se encuentran en esta situación, desde Regina, les queremos recordar que tienen apoyo, que no están solos. Pero es que además, estas estancias proporcionan un conjunto de beneficios para los mayores que pasan unos días en un centro residencial: los propios tratamientos y rutinas que se establecen ya son un beneficio en sí, recibiendo la misma atención que recibe cualquier usuario que vive en Regina.
A la familia le damos apoyo, les asesoramos y acompañamos para garantizar su adaptación a este nuevo entorno, de convivencia con otros usuarios y familias.
En definitiva, cuidarnos a nosotros mismo permite, sin duda, que retomemos a la vuelta a casa ese cuidado de calidad, y atención que todos nuestros mayores se merecen.