Esta mañana, en Domus Vi Arandia, en la segunda planta hemos realizado una actividad sensorial que implicaba por un lado el olfato y por otro lado el oído a través de la música.
Lo que pretendíamos con dicha actividad era que nuestrxs residentes pudieran reconocer e identificar los olores que les mostrábamos y sobre todo, que los sintieran para así poder evocar sensaciones, emociones y recuerdos.
En esta ocasión hemos acompañado la actividad con la música del pianista Thelonius Monk 🎼por que pretendíamos activar todas las áreas cerebrales posibles🧠 para poder trabajar la atención, la memoria autobiográfica, el lenguaje y por supuesto, las emociones. Aprovechamos para explicaros que el trabajo con música, como veis cada vez más habitual en nuestras actividades de estimulación cognitiva, se ha demostrado que activa la parte del cerebro que se llama “cuerpo calloso” y que lo forman una especie de nervios que conectan los dos hemisferios cerebrales, por lo que produce una activación casi global de nuestro cerebro.
Nuestrxs residentes se han mostrado en toda la actividad contentos, muy relajados y han evocado muchas sensaciones. También recuerdos, por ejemplo cuando han olido a geranios, muchas nos han relatado las plantas que solían tener en las ventanas o balcones de sus casas. Ha sido muy curioso, por que una señora, Dolores, cuando ha olido el sándalo, ha dicho que le olía a muerto. Ha explicado que le olía como a iglesia, funeral. Hemos consultado en internet y efectivamente el sándalo se ha utilizado desde hace muchos años en los ritos funerarios. Para que veáis hasta qué punto la estimulación de los sentidos logra activar conocimientos que están, a veces, escondidos en nuestro cerebro.
Lo fundamental de todo esto que os hemos contado es que se han quedado con una gran sensación de bienestar y placidez.