¡Buenas tardes!
Ayer, 1 de noviembre, se celebró el día de «Todos los Santos». Pero como bien es sabido, desde hace ya algunos años, se viene celebrando la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, Halloween, también conocida como Noche de Brujas, una celebración cada vez más extendida en el mundo occidental, pero que esconde una historia de más de 3.000 años de antigüedad.
Los orígenes se remontan a Irlanda, ya que coincidiendo con el solsticio de otoño, los campesinos celebraban el fin de la temporada bajo la creencia de que durante esa noche, los espíritus caminaban entre los vivos, y ésto podía suceder ya que la línea que separa el mundo de los vivos del de los muertos, se estrechaba esa noche.
Para protegerse y alejar a los espíritus malignos, se prendían hogueras, se colocaban objetos relacionados con la muerte, y también utilizaban máscaras y se disfrazaban, evitando así ser reconocidos.
Pero como los espíritus buenos también podían cruzar, también comenzaron a organizar banquetes y velas (reemplazadas posteriormente por calabazas iluminadas) en las tumbas, para así facilitar la comunicación con sus difuntos.
Esta tradición, la trasladaron inmigrantes irlandeses a Estados Unidos y Canadá, donde comenzó a celebrarse en los años 20.
En DomusVi Ribera, hemos estado realizando los días previos a Halloween, manualidades relacionadas con la fiesta. Y el lunes 31, después de contarles la historia a nuestros residentes, ¡nos disfrazamos y nos hicimos fotos en nuestro photocall! ¡Nos lo pasamos genial!
Aquí os dejamos unas fotos para que podáis ver qué bien estábamos.
¡Hasta pronto!