Queridos Reyes Magos,
Somos los residentes de DomusVi Decanos Ávila y estamos en la calle Azalea, por si lo habéis olvidado. Tenemos bastantes años, algunos más de 100 y hemos sido muy buenos, eso os lo podemos garantizar. Nos hemos puesto las vacunas de la gripe y del covid, usamos mascarillas y no nos dejan hacer excesos. Aunque solo sea por esto y porque somos de la misma edad, debíais tenernos en cuenta y hacernos un especial. Pasamos a referiros lo que hemos pedido:
Lo primero, el bien más preciado para nuestra edad y condición, la SALUD. Y la pedimos para nosotros, nuestras familias y para los que nos cuidan. Y a poder ser, llevaos los dolores de rodilla, los dedos martillo, las lumbalgias y el estreñimiento. Algunos queremos volver a andar, quitarnos las cataratas, las arrugas de la cara y si no os parece mal, algunos años, que nos sobran.
En segundo lugar, lo más deseado, la PAZ en el mundo. Que acaben las guerras, los conflictos, las discusiones entre los políticos, que trabajen más y hablen menos y sobre todo que san honrados y que cuiden de los ciudadanos.
Pedimos, también, AMOR entre los hombres, entre las mujeres, y entre cualquiera que tenga otro género, que lo importante es amar, ser amado y estar rodeado de amigos.
Haced algo para que termine la violencia machista, que no mueran personas a mano de otras personas por odio, por venganza o por cualquier otra razón.
Deseamos que echéis un vistazo a la NATURALEZA y al CLIMA y que cuidéis de las plantas y de los animales, que a los hombres se nos ha olvidado y cada vez lo hacemos peor.
Fijaos si somos generosos que bastantes de nosotros renunciamos a pedir con tal de que les traigáis algo a los que más lo necesitan y que no olvidéis trabajo y bienestar para nuestros hijos y nietos. No necesitamos ni riqueza, ni poder, solo queremos pedir FELICIDAD para todos y que no exista ningún lugar en el mundo en el que haya hambre.
También, pedimos que les tiréis de las orejas a los que suben los impuestos y aplican las subidas, que nos tienen locos con la del IPC más el 3%, con el IVA y todo lo que acaba con nuestros ahorros y nos vacía el bolsillo. Solo queremos tener el dinero suficiente para poder pagar la residencia. Quizás si nos tocara la lotería se podría arreglar un poco, ¡es solo una sugerencia!
Acordaos de que en Ávila no hay traumatólogos y que hacen falta muchos médicos para poder cuidarnos.
Pedimos PACIENCIA Y TRANQUILIDAD, sabemos que es difícil de envolver y de repartir, pero nos hacen mucha falta.
Si tiramos de recuerdos os vamos a pedir unos higos secos, un terrón de azúcar, unas nueces, naranjas o una onza de chocolate, como cuando éramos pequeños. El estar en un centro de mayores hace que sintamos alegría y mucho cariño por todos los que nos cuidan, para ellos pedimos que se cumplan sus deseos, que contraten más personal y que les den un buen aumento de sueldo, que se lo merecen.
También tenemos algún capricho, como un sacapuntas, una chaqueta nueva, un coche -aunque no lo podamos conducir-, una zambomba, un rey mago para pintarlo y hasta alguna castiza pide: “un sí señor, un mande usted y un corre que te pillo”.
Y acabamos con una poesía de uno de los residentes más antiguo y longevo de este centro, Ángel Blázquez:
Qué delicioso sería
si el mundo fuese capaz,
de vivir en armonía
disfrutando de amor y paz.
Dos palabras muy bonitas,
lo digo como lo siento,
como son muy pequeñitas,
que no se las lleve el viento.
