Blog Residencia Arturo Soria – Madrid

Hoy, en DomusVi Arandia, en este post, queremos continuar reflexionando. Ha sido una tarde de escuchar, de mirarse cada uno de nosotros mismos en nuestro interior más profundo, de reflexionar sobre la vida y las relaciones, también nos hemos reído pero sobre todo, hoy, más que nunca, hemos podido vivir compartiendo con nuestros residentes aquello que nos preocupa, que marca nuestra felicidad y que tanto nos cuesta hablar.
Hoy los únicos protagonistas han sido ellxs, vuestrxs familiares y no por que la charla iba dirigida a ellos primordialmente y para ellxs se ha preparado, sino por que desde un principio con su actitud de interés y escucha activa, han tomado las riendas y era increible poder asistir a sus miradas, a las aportaciones que han hecho a Javi.
Últimente hablamos mucho de proyecto de vida, los que nos dedicamos a este mundo maravilloso, lo repetimos, a veces como un mantra, pero todavía, en este camino que hemos iniciado desde hace un tiempo y que supone un nuevo modelo, esa repetición está carente de contenido. Hoy, muy orgullosos de ello, podemos decir que actividades terapeúticas de este tipo suponen Proyecto de Vida. Hoy estaban los residentes que cada día participan en actividades y se involucran con cada propuesta de manera muy entusiasta pero también, queremos contaros que hoy, esta tarde, al comienzo por casualidad, varios residentes que nunca participan por decisión propia de nuestras iniciativas, aquellos a los que nos cuesta más llegar por diferentes circunstancias, hoy se han quedado durante toda la charla, incluso verbalizándonos que “Ese señor habla de lo que me pasa”.
Comentaba Soraya, en la presentación de Javi Yanguas que hemos tomado un camino desde hace un año en esta dirección, camino que el éxito de hoy demuestra que no hay retorno y hay que recorrerlo con pasión, creatividad y una mirada completamente abierta.
Hoy nos hemos quedado “con el corazón contento”, nuestrxs residentes subían a planta diciendo que tenían mucho que pensar. Hoy se han sentido como adultos de pleno derecho, libres de ese edadismo (esa condescendencia con la que muchas veces la sociedad les tratamos) y tratados como tal, en todo su ser.
Agradecemos con toda nuestra alma a Javier Yanguas que de manera absolutamente generosa, nos haya hecho este regalo, que haya venido a conectar con nosotrxs y a exponer sus ideas. Para los que amamos esta profesión, Yanguas es el espejo en el que mirarnos y al que aspirar.
Agradecer también a todxs los residentes, por sus ganas, su lucha, por vivir la vida como nos lo han demostrado hoy, por todo lo que aportan y deben seguir aportando.
Gracias de corazón a todas las familias presentes, que habéis sido muchas. Por estar, por compartir con nosotrxs, por la valentía de hablar de temas tan difíciles como es la soledad, por el amor que demostrais cada día con vuestros cuidados.
Gracias a nuestros compañeros presentes también por saber aprovechar la oportunidad que suponía para nosotros esta charla como profesionales y por atreverse a vivir estos momentos donde nuestrxs residentes han mostrado lo más profundo de ellxs mismos y nosotrxs, también. Alguien decía que vivir es amar y estar hoy también es un gesto de amor, a nuestrxs residentes y al oficio.
Por último agradecer a las enfermeras del Centro de Salud de Arrigorriaga, a Juani Aza del Comité de Ética de Bizkaia y Comité de Eutanasia, a Jasone y Rosa del grupo Babesten por haber alterado vuestras agendas y aprovechar esta bonita oportunidad.
Desde DomusVi Arandia nos vamos felices a la cama y os damos las gracias de corazón a todxs. 😘