Y sin comerlo ni beberlo (o sí), llegamos a unas de las festividades más tradicionales de nuestra tierra, y es que llegó nuestro querido Sant Antoni.
Como manda la tradición, hicimos torrada de chistorra, sobrasada, butifarrón y hamburguesa. Nuestras trabajadoras se animaron a amenizar la hora del almuerzo marcándose un Ball de Bot con el que nuestros residentes disfrutaron a rabiar.
Y para culminar el día de festejo, una familia voluntaria se acercó a nuestro centro para hacer un baile disfrazados de demonis.
No podemos sentirnos más afortunados ni agradecidos de contar con estas personas tan implicadas y con ganas de hacerlo pasar bien. GRACIAS DE CORAZÓN.
Otro Sant Antoni festejado en DomusVi Santanyí… ¡y que vengan más!