Por el día del libro, os propusimos una actividad:
Desde hace una semana, dejamos un buzón para que fueseis aportando frases. En el día de hoy hemos abierto el buzón y os hemos leído. Con esas maravillosas frases que habéis dejado hemos construido esta gran historia. (También podéis verla en la recepción de la residencia). ¡Muchas gracias por participar!
«Érase una vez una mariposa que quería llegar a la Luna. Salió al jardín y pudo observar los floridos rosales y cómo las abejas zumbaban sobre su cabeza, dando música a la primavera.
Allí, en el medio, había un libro abierto, dejado caer, como si fuera cualquier cosa. Y de repente, su corazón se llenó de luces de neón.
Para la mariposa, la lectura de un buen libro era un diálogo incesante, en el que el libro hablaba y el alma contestaba.
Aunque tenía mucha prisa por llegar, empezó a devorar el libro, cada una de sus páginas, impaciente. Los libros son cultura y siempre son bienvenidos, sobre todo, el día del libro, que es uno de los días más importantes del año. Ella pensaba:
– «Nunca deben faltar libros en casa, pues el que lee mucho y anda mucho, sabe mucho y ve mucho».
Cuando acabó de leer el libro lo entendió todo…Vida no hay una, hay muchas, lo que hay una es la muerte, y hay que aprovechar las vidas que se tienen, y los momentos !Que la vida son dos días!
Leyendo, había podido vivir cada una de esas vidas, recordar los mejores regalos que la vida le había dado, como su abuela. Parece que fue ayer cuando estaba estudiando ¡y ya tenía edad de bisabuela!. Realmente, todos y todas fuimos niños y niñas, y la vida sólo es una transformación de etapas… Leer te abre la mente y te transporta hasta el infinito, nos hace el mundo más grande.
Todo estaba claro en su mente…Moriría con recuerdos y no con sueños. Quería la paz en el mundo y recordar que todos somos iguales; al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años… Había llegado a la Luna sin salir del jardín.»