Este martes 25 de abril los residentes de Domus Vi Palacio de Caldones y Domus Vi La Sirena visitamos el Museo del ferrocarril, que se sitúa en la plaza de la estación del norte, en los terrenos de la antigua estación, frente a la playa de poniente.
Se inauguró en 1998, su construcción y financiación, utilización, y la repercusión que tuvo en el desarrollo de las ciudades de Asturias fue muy importante.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, y el Gijón fabril, industrial y obrero crecía sin cesar. Elemento clave de este crecimiento son las comunicaciones y el transporte, y en este contexto nace la Estación del Norte, que transforma el entorno rural y tranquilo de El Natahoyo en uno de los arrabales proletarios más relevantes de la ciudad. La zona, limitada por el ferrocarril y el mar, y vertebrada por la carretera de Candás se convierte en lugar de asentamiento de numerosas industrias, entre otras algunos de los astilleros más importantes del siglo XX español.
El ferrocarril permitiría la salida al mar de mercancías industriales, y el tránsito de pasajeros por el eje central de Asturias, desde Gijón a las cuencas mineras y viceversa.