Querida ama:
Hoy es tu día o bueno, el día dedicado a todas las madres del mundo. El cliché habitual es decir que todos los días son el día de la madre, pero bueno, es bonito que una vez al año esto mismo se celebre por todo lo alto no? ¿Por qué no?
Quizás hoy en día ya no lo celebremos como antes, tu ya no vives en casa, hay personas importantes que ya no están y las circunstancias han cambiado pero lo que el tiempo no ha variado es el valor que tienes en mi vida y es lo que yo celebro hoy.
Pienso tranquilamente mientras desayuno mi primer café del día y repaso nuestra vida en común. Me vienen reminiscencias de cuando tú, severa, me reñías ante cualquier trastada que yo hacía (que eran muchas y muy disparatadas por cierto). Yo me enfadaba pero luego, al rato, venías donde mí como si nada hubiera pasado con la merienda y qué alegría cuando eran esos bocatas con chocolate. Recuerdo el sabor de esas tardes.
También recuerdo cuando tratabas de ayudarme con los deberes aún no teniendo mucha idea de lo que yo ya, un poquito más mayor, iba estudiando pero tus enseñanzas iban mucho más allá; me enseñabas el valor de ser ordenado, de escribir con letra bonita y sin borrones y es curioso, como aquello que hasta veces me resultaba pesado, es lo mismo que yo trato de inculcar a mis hijos.
Pienso en tus consejos cuando un niño se metía conmigo o cuando no me dejabas ir a algún sitio por ser demasiado joven, también cuando me comprabas los libros que yo quería no tanto igual si de juguetes se trataba. También me viene el olor de tus torrijas de domingo, con el olor a canela en toda la casa y esa maravillosa tortilla de patata, que por mucho que yo lo intento no logro hacer tan buena.
Recuerdos maravillosos que forman parte de mi identidad; con actitud científica analizo cuanto de mi ser será debido a ti, a tus enseñanzas y al amor que me has dedicado y aunque no hayo respuesta cuantitativa, sé que gran parte de lo que soy hoy en día es gracias a ti.
En DomusVi Arandia, tratando de recoger historias que los familiares nos vais contando día a día, hemos querido homenajear de esta manera a “las madres de nuestra vida”.
Zorionak!