Tras más de tres años de convivencia con las mascarillas, ayer por fin, residentes, profesionales y familiares volvimos a reencontrarnos cara a cara, sin nada que tape nuestra sonrisa, expresión…, escuchar de nuevo la voz sin nada que la distorsione, ha sido una explosión de alegría, una fiesta, un día de muchas emociones por parte de todos.