Como ya es costumbre, el pasado viernes volvimos a ir a merendar con otro grupo de residentes. Fue un día de mucho calor por lo que cambiamos el chocolate habitual por unos refrescos. Además, nos pusimos moradas con los pinchos que nos trajeron.
Comida, bebida y un montón de anécdotas e historias para contar, ¡¡¡¿qué más se puede pedir?!!!
Os dejamos unas fotos de lo bien que lo pasamos.