Ama;
No sabes lo que me gustaría poder compartir esta conversación contigo; yo lo hago, te cuento y te hablo pero echo mucho de menos tu respuesta; intento imaginar lo que en tiempos pasados me dirías y de pronto, me doy cuenta de que seguramente tiempo atrás no se hubiera dado este diálogo.Hablaríamos de otras cosas, de muchas, pero seguramente, esto tan importante lo daríamos por hecho y no lo hubiésemos compartido juntas. La perspectiva del tiempo y el devenir de este destino que nos ha tocado (si, lo se, tú lo sufres en tu propia piel pero de algún modo yo también me siento una enferma de alzheimer) me hace darme cuenta del tiempo perdido, de la importancia de hablar de la vida con los que uno más quiere.
Pero no me fustigo por ello, esta enfermedad, bueno… la enfermedad no. Tú me has hecho aprender, como cuando de niña me enseñabas a hacer rosquillas algún domingo, a valorar el tiempo y mucho más importante, esos momentos mágicos, los que realmente son valiosos, que todavía tenemos. Durante los primeros años de esta terrible enfermedad nuestra, creo que fui incapaz de ello, preocupada por lo que te pasaba, angustiada por tus cambios de humor y de comportamiento, ajetreada intentando apagar los fuegos que cada día crecían en nuestras vidas y desolada por la injusticia y la indignidad que provocaba el alzheimer. Podría pedirte perdón por no haber sabido enfrentarlo con otra calma y haber aprovechado más esa lucidez que conservabas durante más tiempo pero creo, que tu y yo, las dos, juntas, lo hicimos como buenamente pudimos y pienso que ese proceso doloroso y ciego de cosas bonitas que también nos pasaban eran necesarios para poder ahora abrir los ojos más que nunca y disfrutar plenamente de tu cuidado. Sigue sin gustarme verte así y duele cada día más pero he aprendido, a tu lado, en el fondo como toda la vida, a aprovecharme de las ventajas de esto; a aprender a quererte como estas ahora y mucho más importante a reconocerte en muchos momentos como la madre que fuiste, que fuiste siempre y que hoy, a pesar de todo, sigues siendo. Y el mayor logro y lo que más serenidad me ofrece es poder haberlo hecho juntas, sin ti, sin esos momentos y sonrisas que me regalas cada día no sería posible.
Gracias ama!
Hoy, Día Mundial del Alzheimer, tan solo podemos dar las gracias a todos los enfermos por enseñarnos el verdadero sentido de la vida.
2 comentarios en “Día Mundial del Alzheimer : carta para ama”
felix de frias
(21 de septiembre de 2023 - 21:38)buenas noches
la experiencia que hemos tenido los familiares cuidadores relacionados con el Alzheimer ha sido una experiencia muy positiva.
recibe un cordial saludo
Equipo DomusVi Arandia
(21 de septiembre de 2023 - 21:47)Gracias Felix por tus palabras pero sobre todo por venir, mostrar todo aquello que, como bien habéis dicho, lleváis en la mochila para compartirlo con nosotros. Mil gracias de corazón 😘😘😘